Add parallel Print Page Options

Dirás: Esto dice el Señor Dios a Jerusalén: Por tu origen y tus antepasados, eres del país de los cananeos. Tu padre era amorreo y tu madre hitita. El día de tu nacimiento no te cortaron el cordón umbilical, no fuiste lavada, no fuiste frotada con sal ni envuelta en pañales. Nadie se compadeció de ti ni, movido por la piedad, te hizo nada de eso, sino que fuiste arrojada en el campo el día de tu nacimiento, pues dabas asco.

Read full chapter